De tez marchita lunar
y ojos verdeazulados como el mar,
como olas bravas, crujiendo en su resonar
y su pelo crespo, marrón crepuscular.
Quien de tu tuviera la sal
apósito tendría para siempre en su sangría,
pues ya nada le podría mal
y feliz, hacia la eternidad partir podría.
Tu, musa venusina del este
fíjate en el corazón roto éste,
que toda la poesía del mundo, al besar podría darte.
Tu, musa venusina del este
no te fijes en el roto corazón éste,
que solo besos y abrazos del más profundo amor puede ofrecerte.
dilluns, 9 de febrer del 2009
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada